El Reiki es una técnica de sanación conocida por su capacidad para:
Promover la relajación.
Equilibrar la energía.
Facilitar la sanación a nivel físico, mental y emocional.
Así que como podrás observar ya, el Reiki es una buena herramienta para alcanzar el bienestar.
Al trabajar con la energía podemos desbloquear emociones reprimidas, que no sabes ni que están ahí; aliviar el estrés, la depresión, la ansiedad, esa sensación de tristeza; y alcanzar la paz interior, la calma, el amor interior.
Cuando empezamos a trabajar a nivel energético, empezamos por el presente, ya que se puede enviar Reiki al pasado a una situación futura, pero lo que más nos interesa sanar es el aquí y ahora.
Así que enfocamos la energía a sanar la situación que estamos viviendo en este momento, a transitar esa enfermedad, esos nervios por la situación actual, o lo que sea que consideres importante.
Sin embargo, en ocasiones, mis sesiones de Reiki son un poco diferentes, ya que van un poco más allá.
Durante el proceso de canalización de energía, mis clientes, experimentan recuerdos o visiones de lo que parecen vidas pasadas.
Esto no ocurre siempre, ya que depende de lo que nuestra alma nos quiera comunicar. No puedo predecir cuándo o cómo ocurrirá, ni tan siquiera si va a pasar. Es una experiencia totalmente imprevisible.
Estos sucesos son una especie de portales que se abren durante la sesión, y nos llevan hacia una comprensión más profunda del ser, a un viaje espiritual.
Cada experiencia es única, a veces estos viajes nos dan respuestas a nuestras preguntas, y otras nos hacen plantearnos preguntas que ni existían.
Es importante destacar que no todas las sesiones de Reiki nos llevan a un viaje de vidas pasadas, ya que realmente no es la finalidad de esta técnica.
El objetivo con las sesiones de Reiki es facilitar un espacio seguro y sagrado, en el cual, cada persona pueda conectarse consigo misma, y eso nos lleve a sanar sus heridas y encontrar un equilibrio.
El Reiki es una herramienta de sanación poderosa, la cual puede trabajar a diferentes niveles, en cada uno de los siete cuerpos. Cuando abrimos sesión la energía se dirige a donde la persona lo necesita, y yo hago de vehículo.
A mí me gusta trabajar un poco diferente, entonces realizo una breve entrevista antes de empezar para conocer cuales son los objetivos de esa sesión, y al acabar comentamos la experiencia vivida, por si es necesario un breve acompañamiento a través de mi método de coaching.
Y que no se nos olvide, cada sesión nos lleva hacia un crecimiento, y los cambios se producen, las cosas cambian, y nuestra vida mejora. Ahora bien, no vengas con la mochila cargada de expectativas. Nadie sabe que va a pasar, ni que vamos a conseguir. Como te he dicho, trabajamos en los siete cuerpos, y eso quiere decir, que no siempre lo percibimos en este momento, los cambios no tienen porque ser aquí y ahora, ni siquiera tienes que notar nada, pero eso no quiere decir que el trabajo no esté hecho.
Todo es cuestión de confiar.
